viernes, 14 de diciembre de 2007

Sala 3 de exhibiciones temporarias de Petete (25/08/04 - 14:10hs)

Para los que no saben las salas de exhibiciones temporarias de Petete son una serie de escritos realizados en las clases de economía de mi último año de colegio. Esto está sacado del manuscrito original así que pueden fiarse de su contenido. Va:


Ah! ya se que puedo escribir... las cosas que siempre pienso cuando estoy en el centro que me hacen un "hombre de campo".


Tomemos como ley general para este tema la afirmación de que el hombre de campo es el único animal que estando en el centro tropieza dos veces con el mismo sorete. Esta es una gran verdad porque nosotros (y con esto incluyo a todos los "hombres de campo" como yo) cuando vamos caminando por una plaza tenemos que ver que el sorete está ahí para luego esquivarlo y desde que vemos el primero y lo esquivamos estamos pendientes de que no haya otro tereso por ahí. Pero esta preocupación soretil que se genera con el primero se va disipando poco a poco hasta que no nos preocupamos más y cuando menos lo esperamos miramos al piso y ya teníamos toda la zapatilla embadurnada con mierda.


Los ingenuos se preguntarán "¿entonces quiere decir que los hombres de ciudad están siempre pendientes del sorete y cuando los vemos caminar todos concentrados en sus asuntos realmente están pensando en mierda y no en el informe de contabilidad?". No! el caso del hombre que vive en el centro es que tiene incorporado el "sentido soretil" que se asemeja a "la fuerza" de un jedi. ¿Cómo funciona entonces este sentido? es fácil, los centro-hombres al ir caminando sienten la presencia del sorete (su aura) y no necesitan verlo para esquivarlo, es un acto reflejo. De esta manera aquel hombre de traje y maletín puede seguir pensando en su informe de contabilidad. No es que se saben de memoria todo el mapa de soretes del centro...


Pero no se preocupen, estos sentidos se pueden adquirir con la práctica. Así que si tienen perro en casa denle de comer 2 kilos de porotos a la provenzal, agarren un diario y comiencen a caminar por el jardín leyéndolo. Les aseguro que cada vez pisarán menos soretes y estarán preparados para transitar en el centro. Cultivá al máximo tu sentido soretil!!


Otro aspecto que hace notar la campesinidad es el del cruce de calles. Nosotros estamos pendientes del semáforo a ver cuando se pone en rojo para salir disparados, cruzar la 9 de julio de un tirón en febrero y llegar al otro lado todos chivados, mientras que el centro-hombre (que cuenta con su sentido semaforil) cruza despreocupado caminando y llega al otro lado mucho antes que el otro pelotudo que corre.


Hasta aquí la sala 3 de exhibiciones temporarias de Petete.

4 comentarios:

§¤*Ivana Villar Laskiewicz *¤§ dijo...

Te mandé un mail a tu correo con las instrucciones para hacer andar el mp3 player. Leelo! Viste que está bueno Little? Hay cosas más graciosas que otras, pero las que son buenas, son buenas :P

Anónimo dijo...

no subís más nada...
igual yo entro para escucharle a vivaldi

Anónimo dijo...

bueno... queremos algo fresco

Ragnar dijo...

Hooola. Soy un amigo de flandorsio. El de las masitas. Que tal?
Quiero hacer una distinción: El tipo que cruza despreocupado, sin mirar el semáforo, y llega antes, ese, es del conurbano. Ha adquirido de chiquito la ciencia de medir los autos, porque donde vive no hay semáforos. Cruza las avenidas por la mitad, camina por la calle y de contramano. En cambio, el tipo del centro sabe que hay semáforo y que eso es lo único que respeta el taxista, asique espera al semáforo y cruza.